Esto no tiene nombre
El colectivo propone una crítica a la institucionalidad, en la que hacen uso de recursos como la instalación, la fotografía, el objeto encontrado, y un espacio interactivo donde se encuentran preguntas expuestas dentro del espacio expositivo, que cuestionan mediante una relación entre institución, actor cultural, artista, contexto y espectador, aquello que se pretende debatir sobre la esfera de la institución y lo que está sucediendo en su atmósfera contextual.
La obra permite relacionar en términos de ética y política, convicciones reaccionarias que se encuentran en el trabajo de Luis Camnitzer, donde tópicos y reflexiones sobre lo que se presenta y se proyecta, está cargado de una factura conceptual que plantea preguntas e interrogantes, que el artista como autor, no pretende responder. Es decir, la pieza que hoy el colectivo nos presenta, está abierta al cuestionamiento incidente de sus espectadores, y serán ellos mismos quienes juzguen y respondan a lo que la obra demanda.
Documentación
Sobre una pared, una serie de interrogantes que vislumbraban o encerraban la intencionalidad de nuestro proyecto, preguntas que aún nos hacemos y que denotan una sensibilidad y crítica agresiva hacia la institucionalidad. Cuestionarios cuyo objetivo era obtener respuestas a nuestras interrogantes pero que resultaron la generación de más preguntas que respuestas, como las que nos hacemos ahora en relación al arte popular y las practicas artísticas en Ecuador y el espacio público.
Creemos importante que a través de ella le damos cierta potestad al público conocedor o no del sistema institucional artístico y cultural del momento, a dar su opinión, sus nociones o impresiones de cómo observa el panorama actual del arte en la ciudad y en el país. Además de conocer de primera mano las opiniones de artistas, gestores, catedráticos y público en general sobre el arte y las instituciones culturales es una parte importante que nos permite continuar con lo de la crítica institucional.
Creemos importante que a través de ella le damos cierta potestad al público conocedor o no del sistema institucional artístico y cultural del momento, a dar su opinión, sus nociones o impresiones de cómo observa el panorama actual del arte en la ciudad y en el país. Además de conocer de primera mano las opiniones de artistas, gestores, catedráticos y público en general sobre el arte y las instituciones culturales es una parte importante que nos permite continuar con lo de la crítica institucional.
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